En diferentes ocasiones donde el motivo de una consulta psicológica es en relación con algún problema con un niño o adolescente resulta más provechoso e inclusive más efectivo que pueda participar toda la familia de ser posible y a modo de una terapia familiar.
Pues hay que considerar que los problemas conductuales, afectivos, así como inclusive los de identidad de género están muy relacionados al tipo de interacción familiar entre padres e hijos, al estilo de crianza y a la forma como los padres han entregado mensajes no verbales a través de sus propios comportamientos durante su vida familiar.
La terapia de familia y cómo influye
Si bien es cierto, al parecer en una terapia familiar, cada vez puede ser más difícil que frente a una terapia psicológica acuda toda la familia, ya sea porque el problema de fondo puede estar relacionado a una relación de separación o divorcio de los padres y donde uno de ellos ya no está presente en el núcleo familiar, en otros casos.
Los padres pueden suponer que el problema es únicamente de uno de sus hijos y que el sea quien necesita la terapia y en otras ocasiones por motivos de trabajo sea difícil que se presenten todos juntos a una sesión de terapia de familia.
Sin embargo, lo que revela la práctica clínica y los resultados de la psicoterapia es que cuando hay un problema de tipo conductual o afectivo con alguno de los hijos, el hecho que la familia, incluido los hermanos participen de alguna manera, genera un efecto favorable en llegar a resultados más rápidos y a compromisos más duraderos también.
Para esto también, dentro de las formaciones en psicoterapia y donde se aprende a trabajar con familias y parejas destaca principalmente la escuela de terapia sistémica familiar.
Los especialistas en esta área especialmente están capacitados en trabajar los problemas que afectan tanto a la familia como alguno de sus integrantes para que sean vistos como un sistema y como cada miembro influye a favor o en contra que este problema sea más fácil de resolver.
Para ello el enfoque sistémico familiar sería el más apropiado frente a un caso donde el niño o adolescente esté pasando por cambios o conflictos.
¿Cómo ayuda una Terapia Familiar para niños con problemas del neurodesarrollo?
Esta pregunta tal vez haya sido muy poco abordada o discutida dentro de los mismos grupos de terapia sistémica familiar y otras escuelas terapéuticas.
Sin embargo, todos podemos comprender que al recibir como padres un diagnóstico en alguno de nuestros hijos como el de TDAH o Síndrome de Espectro Autista, tal vez uno de los puntos más importantes a resolver primero es decidir como toda la familia, entre padres y hermanos, pueden contribuir a que el chico logre desarrollarse de la mejor manera y con herramientas que también desde casa se pueden establecer.
Entonces, por ejemplo, si un niño con TDAH y donde sus padres reciben pautas enfocadas en una terapia de familia para que todos puedan comprender bien el diagnóstico, y las formas como pueden manejar distintas situaciones esperadas dentro del desarrollo de su hijo y dadas por el mismo diagnóstico y sobre todo saberlas conducir. Además, de discutirlas en sesión de terapia familiar.
Esto suele ser de mucha ayuda no sólo para el niño sino también para los padres, ya que a demás de entregarles la tranquilidad de saber que están haciendo las cosas lo mejor posible como padres.
También se evitarían algunos conflictos que suelen suceder cuando los padres no comprenden el comportamiento del niño y utilizan los castigos o las críticas, inclusive cuando la pareja se comienza a culpar por ellos y el problema se traslada a un posible conflicto matrimonial.
¿Qué ventajas ofrece el elegir una terapia familiar?
En primer lugar, ya el poder conocer el problema y su repercusión en cada uno de los integrantes de la familia es una clara ventaja frente a únicamente verlo en un solo individuo. Además, considerando que la mayoría de problemas de tipo conductual y afectivo en los niños y adolescentes tiene origen en el estilo de la crianza y en la interacción entre padres con hijos, el hacer una terapia familiar en estos casos, termina siendo no sólo más efectiva sino más rápida de resolver para la familia.
Así también, cuando un hijo está pasando por un problema ya sea de estado de ánimo, por identidad de género, de adicción o de tipo conductual, el poder discutir cada uno de los problemas desde un enfoque familiar y el exponer en sesión las distintas situaciones que ocurren en la vida cotidiana, así como el poder entender como los comportamientos de los mismos padres pueden estar influyendo en el conflicto del hijo, ya de por si termina siendo una de las ventajas principales para llegar a un compromiso más efectivo entre todas las partes.
Entonces, más allá de lo menos frecuente que es una terapia familiar si la comparamos con las terapias psicológicas individuales, existen diferentes circunstancias donde el poder trabajar con toda la familia sería más productivo y es inclusive un punto de partida para también resolver problemas de tipo individual en muchos casos.
En qué situaciones se puede realizar una Terapia de Familia:
- En casos de adolescentes con problemas de adicción.
- En niños o adolescentes con problemas de conducta y desafío con los padres.
- En niños o adolescentes con un bajo rendimiento escolar.
- En casos de conflictos matrimoniales con afectación a los hijos.
- Cuando hay un problema de anorexia en los hijos.
- Frente a un diagnóstico médico complejo en la familia.
- Para afrontar una separación de los padres y mirando hacia el futuro.
- Cuando se ha dado el diagnóstico de TDAH o de Espectro Autista en el niño.
- Cuando hay conflictos o disputas entre los hijos.
- Para resolver dificultades del adulto mayor en la familia.
Espero este artículo le haya sido de utilidad.
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Cordialmente,
Efrain Freyre MD. Psic. MSc.
Médico-Psicoterapeuta
Neuropsicólogo
Especialista en Comportamiento no Verbal
Director General de Atulado