¿Cuándo se recomienda acudir a una terapia de pareja?
En una relación de pareja, se pasan por distintas etapas, cuando recién se van conociendo, en esta primera etapa de apasionamiento o de reacciones emocionales máximas es donde quizás menos se piensa en ir a una terapia de pareja, ya que uno puede estar más concentrado en salir a pasear, en visitar a su pareja, en programar un viaje juntos o a buscar los mejores lugares para ir a cenar, sin embargo; aunque parecería extraño pero aquí sería un momento ideal ya que ambos están en el mismo canal de comunicación y motivación para conseguir pasar a otro nivel, además; al no conocerse del todo, les serviría a poder proyectar posibilidades y poder anticiparlas, por otro lado, muchas veces esta etapa de enamoramiento podría ser tan intensa que puede obnubilar y evitar por ello que veamos todo el panorama con la claridad necesaria.
Es que en primer lugar una terapia de pareja no necesariamente se recomienda para ayudar a resolver un problema en la relación, sino también para ayudar a conocerse mejor y anticipar posibles riesgos en la relación futura y esto quizás sea lo más importante en la primera etapa.
Luego de esta primera etapa, la relación pasa por un período relativamente más largo llamado etapa de transición, es en este periodo donde la pareja suele conocer otros aspectos más reales de la otra persona, ya también no se encuentran con la misma pasión y por ello pueden reconocer situaciones negativas y donde muchas veces pueden ocurrir las primeras crisis y donde se pueden terminar también las relaciones.
En esta segunda etapa que pueden durar algunos años, una terapia de pareja puede ayudar a reconciliar aquellos aspectos donde ambas partes no se pusieron de acuerdo. Aquí también se conocen mejor los intereses reales de la persona ya que muchas veces la parte individual puede competir con los intereses de la otra parte y es donde se producen algunos conflictos, y en otras ocasiones si no se llega a un entendimiento y esto es repetitivo se comienza a generar un desgaste a veces aún no percibido, pero que más adelante podría ser la causa de una separación; en este momento es donde una terapia de pareja suele ser muy conveniente realizar y no esperar más tiempo.
En otros casos, hay parejas que aprendieron desde sus padres o de situaciones de conflictos similares en su pasado, a resolver las cosas de otro modo, a veces no hablando del tema, generando silencios, buscando conversar con otras personas o amistades, sin embargo, no llegan a enfrentar la situación y tampoco a utilizar la comunicación directa y continua y por ello el problema sólo se prolonga o se acumula, pero no se llega a resolver. En estos casos, una de las partes podría ir acumulando pensamientos o emociones negativas respecto a la relación, donde muchas veces el balance aún puede ser positivo y por ello decide continuar, pero al no poder enfrentar el conflicto de manera adecuada y directa, este se acumula y ante cualquier otra situación futura de riesgo, la relación podría tambalear, terminarse o lo que es peor buscar como alternativa la infidelidad. En estos casos y al optar por una terapia de pareja, ya la relación puede venir con ciertas señales de desgaste, donde ya sucedieron más de una situación de conflicto y muchas veces graves, con una actitud diferente, algunas veces sólo una parte la quiere tomar y la otra parte no está tan involucrada, y en estas situaciones se puede optar primero por una terapia individual, trabajando un objetivo en común; sin embargo, atendiendo las necesidades individuales, además de trabajar los pensamientos negativos en torno a la relación, para luego llegar a cubrir las necesidades de la pareja.
¿Qué aspectos se pueden resolver durante una terapia de pareja?
Esta es una pregunta bastante frecuente y que se suele hacer en la primera consulta de una terapia de pareja, donde la persona quiere llegar a saber si su relación tiene futuro, sus problemas se pueden resolver o si su pareja puede cambiar en diferentes aspectos.
En realidad, se puede decir que en una terapia de pareja se puede llegar a resolver cuantos puntos la misma pareja esté dispuesta a resolver y eso tiene que ver más bien con aspectos de la estructura de sus personalidades y cuanto estén dispuestos a ceder, generar cambios reales y perdurables, comprometerse, cumplir compromisos, perdonar y buscar creer en la relación nuevamente. Para lograr esto, a veces se puede conseguir en sesiones de pareja y donde se trabajen juegos de roles, firma de contratos y compromisos, identificación de juegos psicológicos, entre otros, sin embargo; en otras ocasiones y cuando el centro del conflicto en la relación tiene que ver también con aspectos individuales y de la personalidad de uno de ellos o de ambos, aquí lo que se opta es por plantear primero una terapia individual para poder trabajarlos.
Si bien es cierto, podemos decir que hay situaciones más frecuentes que otras por las cuales una pareja opta por llevar una terapia de pareja, estas razones se detallan a continuación:
- Celos en la pareja
- Desconfianza y conflictos de pareja
- Problemas de infidelidad
- Falta de comunicación en la pareja
- Gustos diferentes y poca capacidad de conciliación
- Problemas de crianza con los hijos
- Problemas sexuales y de intimidad
- Problemas económicos
Cabe señalar que muchas veces la pareja trae más de un problema a resolver, y aquí se opta por trabajar por prioridades o por lo que el poder remediarlo les daría fuerzas y ganas de seguir buscando soluciones. Claro está también que no existe una fórmula única de resolver los conflictos y si bien existen diferentes técnicas estudiadas para abordar una terapia de pareja, es muchas veces la experiencia del terapeuta, su capacidad de afronte del problema, su potencia terapéutica, así como el poder identificar rápidamente los juegos psicológicos de la pareja, los que hacen que los resultados se den.
¿Se puede predecir si una terapia de pareja dará resultado?
Quizás esta sea una de las preguntas más importantes que una persona o pareja se hace antes de decidirse por buscar una terapia de pareja, y frente a esta duda válida además de que el factor profesional es muy importante, desde la química o empatía que se puede generar con el terapeuta, su formación como psicoterapeuta y su experiencia resolviendo conflictos de pareja son claves para obtener también resultados, es importante saber que el otro cincuenta por ciento lo trae la misma pareja a las sesiones y esto se puede ver en la actitud, en la transparencia en contar las cosas y en la motivación por generar un compromiso y cambio de la situación. Sin embargo, existen situaciones por las cuales una relación puede no mejorar inclusive yendo a una terapia de pareja, dentro de las cuales, aquí se detallan las principales:
- Poca honestidad durante las sesiones de terapia de pareja
- Mantener la infidelidad, en caso la haya
- Violencia física y verbal
- No querer perdonar el pasado
- Mantener los juegos psicológicos
- Generar manipulaciones y amenazas
- Personalidades psicopáticas
En estas situaciones, cabe replantearse el objetivo de la terapia, el terapeuta podrá presentar una opción diferente, ya sea trabajar únicamente con una de las partes o también se podría recomendar una separación acompañada de una terapia o según se vaya viendo los resultados y lo que la pareja presenta en la sesión.
Espero este artículo le haya sido de utilidad.
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Cordialmente,
Efrain Freyre MD. Psic. MSc.
Médico-Psicoterapeuta
Neuropsicólogo
Especialista en Comportamiento no Verbal
Director General de Atulado