¿Has tratado todo tipo de dietas y ninguna te ha dado resultado? ¿Ya no sabes qué hacer porque has intentado también acompañar la dieta con ejercicios, pero bajar de peso te resulta difícil?
Primero, debes enfocarte en qué has estado haciendo mal para llegar a un diagnóstico de sobrepeso u obesidad. Básicamente el exceso de consumo de harinas refinadas, alimentos ultra procesados, grasas saturadas son los principales desencadenantes del aumento de peso.
Quizás muchos de ustedes ya sabían este punto, pero en esta oportunidad les vamos a explicar por qué. En nuestro intestino tenemos una amplia variedad de bacterias, dentro de las más conocidas y beneficiosas para nuestra microflora encontramos a Lactobacillus sp. , Bifidobacterium, etc. Cuando llevamos una vida saludable el balance de nuestra microbiota intestinal (ver articulo 1), se encuentra en perfecta armonía, teniendo como resultado un metabolismo activo.
Sin embargo, cuando llevamos una alimentación donde predominan las harinas refinadas y frituras, en nuestro intestino empiezan a crecer y desarrollarse bacterias, levaduras y hongos no deseados. Los cuales hacen prácticamente imposible la pérdida de peso, tornando a nuestro metabolismo más lento.
La pregunta es una vez que nos sucede esto qué hacer. Definitivamente, el primer paso a dar es contactar al profesional correspondiente, el cual debe indicar el medicamento adecuado para reducir la carga bacteriana intestinal no deseada. Luego de ello, es importante la ingesta de probióticos y prebióticos (ver artículo 2), algunos contienen L-Glutamina, la cual es ideal para regenerar las vellosidades intestinales que han sido maltratadas por nuestra mala alimentación.
Por último, pero jamás el menos importante es la dieta. Debe ser rica en fibra, moderando las porciones de los carbohidratos, no podemos abusar de los cereales, legumbres, etc. Las proteínas como las carnes blancas, carnes rojas (estas deben ser una vez a la semana) y huevos, son muy importantes para proporcionar saciedad en el paciente. Adicional a ello, el uso de simbióticos, los cuales son productos que contienen a la vez prebióticos y probióticos, ayudan al paciente a conseguir su meta, reduciendo el peso.
Es necesario mencionar que los resultados no se ven de la noche a la mañana en este tipo de pacientes, debido a que por un largo periodo de su vida han ido maltratando a su organismo y es por ello que debemos tener paciencia en el proceso de restauración.
No esperes más, y busca a tu nutricionista para que te pueda ayudar en el proceso.
REFERENCIAS:
Si usted está también interesado en conocer otros temas de interés como las emociones y como poder evaluarlas puede entrar a https://atuladosalud.com/evaluaciones-especializadas/
Espero este artículo le haya sido de utilidad.
Cordialmente.
Lic. Alejandra Arce
Nutricionista de Atulado