Respecto a este tema se han realizado multiples estudios tanto en humanos como en animales para comparar las diferencias neuroanatómicas y de la funcionalidad para cada una de las estructuras cerebrales entre ambos géneros y donde se concluye que existen diferencias importantes.
Se piensa que el factor más relevante para poder entender estas diferencias es el hormonal, y donde la cantidad de estrógenos más que el de la testosterona influye en una maduración y diferenciación del cerebro de ambos géneros, siendo incluso la cantidad de estos estrógenos lo que determinará finalmente la expresión y el desarrollo del cerebro masculino.
En el caso de la mujer por ejemplo, se encuentra que tiene un volumen total cerebral mayor de sustancia gris que el hombre, en cambio este tiene mayor cantidad de sustancia blanca, es decir de mielina, así mismo, la mujer posee una mayor cantidad de conexiones interhemisféricas y aquí logra tener una mayor proporción de mielina, además de un mayor grosor en su hemisferio izquierdo, mientras que el hombre tiene mayores conexiones intrahemisféricas, un mayor grosor del hemisferio derecho y una mayor diferencia entre ambos hemisferios que la mujer, los cuáles son algo más homogéneos. Estas diferencias explican lo que viene a continuación.
En relación a las estructuras cerebrales, la mujer tiene un mayor desarrollo cerebral en el área del lenguaje que corresponde al hemisferio izquierdo, mientras que el hombre tiene un mayor desarrollo en la orientación visoespacial, la cual está en el hemisferio derecho, esto explica una mayor capacidad de expresión y para el estudio de idiomas en las mujeres y en cambio una mayor capacidad de orientación derecha-izquierda y ubicación en los hombres. Así mismo, la mujer tiene un mayor metabolismo funcional y de conectividad a nivel del giro del cíngulo, el cual es parte del sistema límbico o de las emociones, esto le permite una mayor capacidad de empatía y conexión emocional, además la mujer en las diferentes pruebas de sensibilidad emocional y del reconocimiento de las emociones a través del rostro muestra mayores puntajes, comparado al del hombre.
A nivel del manejo del estrés, en el caso del hombre se observa que utiliza una mayor área de su corteza orbitofrontal, lo cual se traduce en acción y decisiones a veces de lucha o huída, en cambio la mujer utiliza mayores regiones límbicas y del giro del cíngulo que se traduce en consenso y conciliación. Sin embargo también, la mujer tiene un cociente más favorable entre el área de la corteza prefrontal y la amigdala cerebral, esto potencialmente al menos, le confiría un mejor manejo de las emociones.
En relación a las preferencias y las diferencias del comportamiento entre el género, existen estudios que demuestran en animales como el mono, que en el macho hay mayor preferencia por objetos o juguetes para niños, en cambio en las monas hembras, más bien hubo una mayor preferencia por juguetes que correspondían para niñas, como muñecas por ejemplo ; por otro lado, en estudios en bebes menores de un año, se observa que en varones volteaban más veces para observar juguetes diseñados para niños, y ocurría exactamente lo contrario para el caso de bebes mujeres. Estos estudios demuestran que desde un punto de vista biológico, se observa que ambos géneros son diferentes en sus preferencias y de manera innata.
Como conclusión podemos decir que el comprender estas diferencias estructurales y funcionales en nuestro cerebro masculino o femenino y que se constituye desde el intrautero por un factor hormonal nos ayuda a entender que existen diferencias de género de manera complementaria en las formas de resolver los asuntos, de expresarse y de conectar emocionalmente y que si bien puede ser cierto que existe una neuroplasticidad que nos puede ayudar a desarrollar aspectos no innatos, también es cierto que hay ciertas funcionalidades que se podrán desarrollar mejor según el género.
Espero este artículo le haya sido de utilidad.
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Referencias.
- Zaidi, Z. F. (2010). Gender differences in human brain: a review. The open anatomy journal, 2(1).
- Gur, R. C., Bockow, T., & Gur, R. E. (2010). Gender differences in the functional organization of the brain. In Principles of gender-specific medicine (pp. 75-86). Academic Press.
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