Si desde años antes de la pandemia nuestra sociedad y el mundo ya estaba pasando por un proceso de transformación constante donde los trabajos virtuales eran algo comunes en algunos casos, el crecimiento económico, la demanda de consumo y un espíritu libre, hicieron que cada vez más gente desde joven busque hacerse independiente y decida vivir sola; donde luego se sumó a todo esto la fuerte revolución femenina donde su empoderamiento sumado al mayor poder adquisitivo crearon igualdad de condiciones y con ello también su independencia; entonces en medio de toda esta situación de cambios ocurrió la pandemia, pudimos percibir que por razones políticas y de salud obligadas, las personas, los trabajos y todo tipo de servicios se terminaron de virtualizar por completo, esto creo una aún mayor independencia desde el punto de vista laboral y económico, sin embargo, no necesariamente desde el punto de vista afectivo y emocional, si consideramos que ha habido un incremento exponencial de la demanda de terapias psicológicas y atención de la salud mental se ha venido dándose no únicamente por el inicio de la pandemia sino inclusive en la época actual.
Por un lado, el ser humano no ha dejado de ser innatamente un ser sociable, sin embargo, en contraposición a esto, se comienza a observar un incremento paulatino desde décadas atrás de niños con diagnóstico de autismo y personas adultas que recién se les hace el diagnóstico más tardío; alguien también podría pensar que se estaría cumpliendo con la ley de Darwin, donde el ser humano se estaría preparando evolutivamente para la individualidad, pero esto como hoy se sabe termina siendo un problema en el neurodesarrollo y donde al menos por esta vez no será tocado. Sin embargo, como se refleja en las terapias psicológicas y en las conversaciones cotidianas, muchas veces esta individualidad trae consigo también otras necesidades como de seguir recibiendo afecto, sentirse importante por los demás y de poder compartir intimidad.
¿Qué brecha cubriría la terapia psicológica en relación a nuestra época?
Si entonces la tendencia mundial es a la individualización del ser humano, entonces si una persona puede conectarse con los demás de una manera fácil y asertiva, recibir lo que necesita del resto y vivir la vida que ha elegido y sentirse bien así, entonces la individualización tendería a ser próspera; sin embargo en otras ocasiones las personas buscan la individualización pero aún tienen cierta necesidad de apego, de tener vínculos cercanos y de intimidad que la hace retroceder en su intento o de buscar una terapia psicológica que le ayude a conseguir estar bien consigo misma y sin necesitar de alguien más en su vida.
La ayuda psicológica que entonces se requeriría hoy en esta época de cambios, estaría relacionada a aprender a vivir y disfrutar de la individualidad, sin embargo, el poder aprender también a tener habilidades sociales que permitan vincularse con los demás para crecer en amistades o si se decide por una relación de pareja es otra de las necesidades cada vez más demandadas en una terapia psicológica.
¿Es posible aprender a sociabilizar a través de una terapia psicológica?
Esta es una pregunta relativamente frecuente y que hoy sobre todo gente joven la realiza, considerando que muchos decidieron independizarse, tienen mejores recursos económicos y las ganas de explorar el mundo, sin embargo, les gustaría tener mejores habilidades sociales para conectar con amistades, el sexo opuesto o el mismo sexo, según el caso.
La respuesta a esta duda es que obviamente sí, una terapia psicológica puede ayudar y mucho a mejorar aspectos de sociabilización, sin embargo, hay siempre un requisito importante para conseguir todo en la vida, que es la voluntad e interés real de hacerlo.
Hay que considerar que las habilidades sociales o inteligencia social se aprende desde muy chicos y desde el seno familiar, a través de las diferentes interacciones que nuestros padres hicieron con los demás y sobre todo con las formas de relacionarse con las personas y en las diferentes reuniones o interacciones sociales, así mismo tiene que ver con la expresividad individual que nuestros padres pueden haber tenido, y siempre descartando no estar frente a una condición de autismo o problema del neurodesarrollo. Si no se tuvo suerte en ese sentido y no recibimos mayor adiestramiento, con ciertas técnicas y conocimientos del comportamiento no verbal se pueden lograr.
Cada vez hay más evidencia científica con el uso de la realidad virtual inmersiva y usada con fines de tratamiento, que demuestra buenos resultados en distintos ámbitos clínicos, así por ejemplo, los programas de realidad virtual utilizados como parte de una terapia psicológica y donde el muchacho pueda interactuar en distintas circunstancias cotidianas como el hogar, el centro de estudios o un cinema, y donde los avatares creados muestren diferentes emociones y expresiones a través del rostro. Esto hoy entonces es una forma adecuada, innovadora y efectiva de mejorar la sociabilización tanto en niños como adolescentes o jóvenes.
Estos son los problemas actuales que una terapia psicológica puede resolver:
- Tomar mejores decisiones en torno a la vida individual.
- Mejorar la sociabilización y la conexión con pares.
- Trabajar el apego para lograr vivir mejor con uno mismo.
- Identificar las emociones y conseguir una educación emocional.
- Mejorar la estructura del tiempo y las actividades individuales y sociales.
- Conseguir una vida más plena y aprender a disfrutar mejor.
Espero este artículo le haya sido de utilidad.
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Cordialmente,
Efrain Freyre MD. Psic. MSc.
Médico-Psicoterapeuta
Neuropsicólogo
Especialista en Comportamiento no Verbal
Director General de Atulado