Terapia familiar para niños con problemas de aprendizaje

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Terapia familiar para niños con problemas de aprendizaje

Podemos pensar que un niño con problemas de aprendizaje para lograr escribir, realizar cálculos matemáticos simples o seguir instructivos correctamente, se trataría de un problema únicamente en el niño y que por ello es sólo el niño quien necesita la ayuda psicológica especializada y posiblemente de terapia familiar.

Por un lado, lo que se sabe de los problemas de aprendizaje en niños una vez que se examinan y descartan posibles problemas auditivos o de la visión que pudiesen ser el motivo es que en gran parte están relacionados a una falta de consolidación de un tipo de memoria conocida como la memoria de trabajo. Este tipo de memoria es requerida para poder ejecutar lo aprendido así como para retener cierta información como datos, números, o nombres para luego realizar un análisis y ejecución con ellos.

Sabemos que en el colegio, en la mayoría de cursos se requiere memorizar datos, seguir instrucciones, copiar un dictado, leer o ejecutar una acción. Todo esto tiene que ver con la memoria de trabajo y cuando ella aún no está consolidada, entonces el niño puede tener problemas de aprendizaje.

¿En qué puede ayudar una terapia de familia en los problemas de aprendizaje?

Hay que considerar que un punto clave para lograr aprender es tener la motivación necesaria para hacer el esfuerzo de hacerlo y este punto es que se debe considerar en todo niño con problemas de aprendizaje.

Consideremos que para poder retener algo en la memoria y aprenderlo, antes debe haber la suficiente atención y enfoque en el tema que se está realizando e intentando comprender. Así también, para tener esa atención requerida, el ingrediente principal es la motivación.

Por ello, las ganas de hacer algo termina siendo el punto inicial para poder atender más minutos que lo que corresponden, para hacer ese esfuerzo adicional y para querer conseguir un objetivo cualquiera que sea.

En una terapia de familia, uno de los puntos que más se valoran son como suceden cada una de las interacciones entre los integrantes de la familia, como es la relación con el papá, con la mamá, con los hermanos y con otros familiares si los hay. Lo que se busca también es si estas relaciones son positivas, estimulantes, cooperativas y por lo tanto motivantes.

Entonces, si para conseguir que un niño aprenda, además de generar un programa específico neuropsicológico para lograr que su memoria de trabajo se consolide, una parte igualmente importante es conseguir la motivación suficiente para que el niño quiera hacer el esfuerzo y lo logre. Lo dicho anteriormente se trabaja mejor desde una terapia de familia.

¿Cuánto tiempo dura una terapia familiar para estos casos?

No hay un tiempo específico para poder señalar cuanto tiempo duraría una terapia familiar para ayudar a un niño con problemas de aprendizaje. Sin embargo, como se ha explicado, cuando el objetivo principal es lograr que el niño esté motivado, en caso no lo esté y que esa motivación se mantenga, el trabajar con sus padres y hermanos para mejorar sus interacciones, que comprendan que en sus relaciones se entregan mensajes también y que son los mensajes positivos, nutritivos, afectivos y de confianza los que estimulan al niño a responder con esfuerzo y logros, termina siendo el eje de la terapia de familia para estos casos.

Lo que si es verdad es que una terapia de familia no tiene que ser larga ya que responde a conseguir objetivos y a que la dinámica familiar funcione mejor. Puede ser que en algunos casos con algunos de sus integrantes se debe de trabajar algo específico y en estos casos también se puede realizar una psicoterapia individual a la par o posterior a la terapia de familia.

¿Cuáles son los problemas de aprendizaje que puede necesitar una terapia familiar?

No existe una regla como tal. Sin embargo, los casos que cursan con problemas de aprendizaje en niños que se indican son aquellos que se beneficiarían mucho de una terapia familiar:

  • Déficit de atención con o sin hiperactividad.
  • Conductas negativistas desafiantes.
  • Desmotivación.
  • Manifestaciones de ansiedad, temores o depresión.
  • Conflicto entre los padres o separación.
  • Problemas de horarios y hábitos.
  • Falta de orden en el hogar.

Espero este artículo le haya sido de utilidad.

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Para conversaciones directas puede escribirme a:  efrain.freyre@atuladosalud.com.

Cordialmente,

Efrain Freyre MD. Psic. MSc.

Médico-Psicoterapeuta

Neuropsicólogo

Especialista en Comportamiento no Verbal

Director General de Atulado

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